... y entonces caí. Mi energía se había terminado, esta vez los rayos del sol no fueron suficientes, esta vez nada ni nadie podría salvarme de mi destino; porque yo misma lo había provocado. Sino le hubiera arrebatado su alma , sino lo hubiera matado, sino lo amara tanto...
Mis alas comenzaban a moverse, tal vez después de todo aun tendría una oportunidad para redimirme y tratar de arreglar lo que había destruido; pero no contaba con el destino que me tenia una mala jugada, por supuesto: a tal velocidad de mi caída, mis alas comenzaron a desprenderse desde mis entrañas.
Muy bien, ahora desaparecería, dejaría a muchos humanos sufriendo y una muerte, la del único ser importante en mi existencia. Entonces cerré mis ojos y me deje llevar por la miseria de haber matado, desalmado y arruinado todo a mi alrededor. Podía sentir la fuerza de atracción del hoyo negro que esperaba por mi fin. De pronto todo se detuvo, sentí sus manos bajo mi cuerpo, sosteniéndome, y entonces supe que podía comenzar de nuevo.
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